Ouarzazate. Escala petanca

Uarzazat o Ouarzazate en francés es una ciudad de unos 70.000 habitantes,  conocida como el Hollywood marroquí. Posee uno de los estudios más extensos del mundo en el cual se han filmado numerosas películas y series célebres. 

En la víspera del Aid al Fitr, llegamos a la plaza Al Mouahidine, hace Calor y nos provoca una cervecita en alguna terraza pero la venta de alcohol sigue prohibida hasta 72 horas después de la celebración del fin del ramadán. El centro de la ciudad es un bululú, las calles están abarrotadas de personas que compran ropa, zapatos, las tradicionales galletas y más cosas para el festejo. 

Fuimos a visitar el club de petanca. Es un club grande, bien bonito,  pintado de azul y blanco, con vistas de película. Nos reciben con alegría, con la empatía natural que surge entre los amantes de la petanca e inmediatamente nos invitan a jugar. Estamos encantados mutuamente. 

Causo curiosidad. No por ser la única fémina presente, ni por la forma en que  juego. Les sorprende que con mi nombre y mi piel morena, sea venezolana y no marroquí. Les cuento que me llamo como mi abuela y como la esposa de Abraham.  Bueno, aquí realmente es Zahra, flor en arabe y segundo nombre de Fátima, la hija del profeta, un nombre sumamente popular. Algunos me saludan  Salam alaikum – Que la paz sea contigo. Me revelo cuando no consigo balbucear la réplica esperada, alaikum salam.

Al atardecer se escucha el llamado a la oración, nuestros nuevos amigos se despiden, es su último día de ayuno.

Entre las atracciones turísticas de la ciudad están el Kasbah de Taourirt, la antigua Sinagoga y el Museo del cine. 

El Kasbah de Taourirt es un bellísimo castillo de arena  bereber, cerrado al público después del terremoto ocurrido el año pasado. La  visita de la  antigua Sinagoga es interesante por su arquitectura y por la gran cantidad de artículos que están expuestos, un guía intenta explicarnos la historia del judaísmo en Marruecos, nos costó comprender su francés y nos pareció poco fehaciente. En el Museo del cine nos divertimos haciéndonos fotos en los diferentes escenarios, pero no teníamos idea en qué película figurábamos, pues no había ningún panel informativo y no somos cinéfilos.

Saliendo de este recinto turístico, alguien nos llama, es Isdriss, un jugador de petanca que habíamos conocido el día anterior, es tallador de piedra del Centro Artesanal. Nos invita a su taller, nos muestra su trabajo y el de sus colegas. Nos comenta que se jugará un torneo amistoso por el fin del Ramadán. Nosotros queremos participar. Idriss hace un par de llamadas y  listo, estamos inscritos, la cita es a las 5 de la tarde.

Condiciones del Torneo

  • Derechos de Inscripción : 20 Dh por persona.
  • Participan 11 equipos de dupletas, divididos en 3 grupos. Los dos primeros con 4 equipos y último grupo con 3.
  • Para octavos de final, clasifican :
    • Las dos mejores dupletas de cada grupo, es decir 6 dupletas
    • Luego se juega una partida eliminatoria entre las dos mejores terceras dupletas. Esta es la séptima dupleta.
    • La octava dupleta es escogida al azar entre los tres últimos equipos.
  • Las partidas se juegan a 11 puntos sin limitación de tiempo.
  • A partir de octavos se juega en eliminación directa.

Esto es lo que nosotros comprendimos. Acostumbrados  al sistema suizo de ARO de Los Cristianos, nos pareció complicado.

La primera partida la jugamos contra Omar, el presidente del club y el simpático Ibrahim. Estábamos dando la pelea, íbamos 7 a 10, teníamos un punto en el terreno y solo quedaban dos bolas por jugar, dos bolas mías,  es decir que si arrimaba bien podíamos llegar 10 a 10. Cometí un error y empujé una bola adversa. Perdimos. 

A la hora de la oración. El juego se suspende mientras dura el rezo en dirección de la Meca.

La segunda partida fue contra una pareja de eficaces tiradores. Bocharon todas nuestras bolas. Salvamos la honra y marcamos 1 punto.

Quedamos clasificados para la lotería y salió nuestro número. Los miembros del Club estaban más contentos que nosotros.

Así llegamos a octavos, pero no pasamos a cuartos. El público estaba de nuestro lado, nos aplicamos y dimos lo mejor pero no alcanzamos el nivel de nuestros adversarios.

Eliminados, nos quedamos como espectadores, disfrutando el resto de las partidas. Como era tarde, los deportistas decidieron posponer la final para el día siguiente. Para entonces, nosotros estaremos en las Gargantas del Dades.

Al despedirnos, nos muestran cómo abrir el portón del Club, para que podamos regresar cuando queramos.

Incha’Allah!

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