Los Viajes de Sara y Michel

En Ciudad del Cabo, tuvimos la suerte de conocer a Gill de couchsurfing. Habíamos convenido solo surfear, pero al contarle que no habíamos podido extender nuestro alojamiento, no dudó en invitarnos a su hermosa y cómoda casa. Justo ese fin de semana se llevaba a cabo el Cape Town Cycle Tour,  la carrera de bicicleta individual más grande del mundo. Participan más de 35000 ciclistas de diferentes países. Es un fin de semana muy congestionado en Ciudad del Cabo.

Gracias a Gill descubrimos un Cape Town inédito. 

Lo primero que experimentamos fue el Parkrun, esta actividad es muy popular en Sudáfrica. El parkrun inició en Inglaterra. Deportistas se reúnen a lo largo del mundo para correr o caminar 5 Km todos los sábados en la mañana. Es una actividad gratuita y depende de la ayuda de los voluntarios. Gill es aficionada y voluntaria  en  Rondebosch Common. Para nosotros fue una nueva experiencia que disfrutamos mucho.

Los ciclistas del Cape Town Cycle Tour usan todo tipo de las vestimentas, algunas muy coloridas, otras con accesorios muy divertidos aunque poco cómodos para llevarlos pedaleando 109 Km. En cuanto a las bicicletas se observa de todo, de varios puestos, de carrera y hasta algunas de paseo, suponemos que estos atletas solo recorren la ruta corta de 42 Km. Inevitable, pensar en nuestros amigos Julio y Alexandra, seguro que estarían felices rodando en el pelotón. Nosotros llevamos sillas, café , sándwiches y animamos a los  corredores desde la acera.

Visitamos el Campus de la Universidad de Cape Town (UCT), el lugar es espectacular. Para mi fue muy emocionante regresar a los pasillos de la Universidad. Gill también es voluntaria en la Escuela de Verano y nos invitó a una conferencia sobre el Antártico, dictada por una periodista que cubrió las actividades de la base  permanente de Sudáfrica. Una charla interesante, con muy buenas fotos, aunque no nos motivó a planificar una próxima expedición al polo sur, probablemente porque nos estábamos congelando solo con el aire acondicionado  o porque después de 15 minutos nos fue difícil mantener la atención en un inglés, no muy articulado para nosotros.

Paul, el hijo de Gill es artista y trabajó  para la iluminación de las carrozas del Carnaval, así que también disfrutamos de los  colores, la música y de las coreografías. Las comparsas representan distintas comunidades de la ciudad, desfilan bailando con trajes super originales a excepción de los Bomberos que se pasean sin mucha ropa, pero a nadie le importa ¡Azúcar !

Gill es voluntaria en Claremont Primary School, la escuela pública cerca de su casa, es la bibliotecaria y coordina un plan de lectura. La acompañamos un día  y le contamos a los niños de donde veníamos. Esta labor es la Pasión de Gill. Aquí les dejo la charla Tedx de su iniciativa.

Aprovechando que Gill debía ir a la Escuela primaria de  Masiphumelele (lindo y sonoro nombre), un township para compartir su proyecto de lectura,  dimos una vuelta por Muizenberg, fotogénico pueblo surfista, comimos fish and chips en Simon’s Town y  luego  dimos una vuelta hasta en Boulders beach, donde viven  los pingüinos más urbanos del planeta. Es una experiencia maravillosa poder admirar estas elegantes, graciosas y tiernas aves en su hábitat natural, lamentablemente  en peligro de extinción

Otro día nos fuimos a la zona más exclusiva de la ciudad, Clifford Beach, allí Gill inició a Michel en geocaching. A mi eso no me apasiona. Ya tengo suficiente con encontrar mis propias cosas.

Cocinamos juntos, hablamos de nuestros viajes pasados, presentes y futuros, sobre todo nos reímos un montón. Gill es una mujer apasionada, disciplinada y llena de energía, es una inspiración sobre todo cuando vamos cumpliendo más años. 

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