Los Viajes de Sara y Michel

Esta es la bitácora de nuestro Road Trip, saliendo de Oudtshoorn y recorriendo una buena parte de la Garden Route, desde Wilderness hasta el Rio Storms.

Oudtshoorn. Visitamos Kango Caves, una cueva de 4 km de largo, ofrecen dos visitas, una corta y otra para las personas delgadas y flexibles que quieran contorsionarse y pasar por orificios originales. Por claustrofóbica y no por gordos tomamos la primera opción. La gruta principal es enorme y su belleza impresionante. Nuestras fotos no le hacen justicia. En la última gruta de la visita el guía cantó en Xhosa. Fue maravilloso, la acústica es increíblemente buena. Oudtshoorn, es también conocida por ser la capital mundial de la avestruz, se ven miles de estas simpáticas criaturas pastoreando a lo largo de la carretera.

Aeropuerto de George. Después de recorrer 700 km, hemos decidido cambiar de carro. Por varias razones, a Michel le parecía que el volante no estaba centrado en el eje del conductor,  habíamos solicitado un carro de bajo kilometraje y el nuestro tenía más de 50.000 km lo cual es bastante para un carro de alquiler y tercero y no menos importante el radio tenía CD. Ahora estamos rodando en un Nissan Almera además tiene el cambio de luces a mano derecha, radar de retroceso y bluetooth. 

Wildernees.  Caminamos por la playa, hermosa, enorme y abierta al Océano Índico y después hicimos  el sendero de  Half Collared Kingfisher Trail,  9 km ida y vuelta por un camino muy bien delimitado, sin mayor dificultad, con un divertido cruce del río sobre una plataforma flotante. Se llega a una cascada, donde hacemos las fotos de rigor y luego regresar por el mismo camino. La luz de la tarde estaba espléndida, algunas personas disfrutaban del paseo en kayak y otros nadaban en el río.

Knysna.  Una ciudad magnífica entre colinas frente a una laguna cortada por un riel de ferrocarril y con una insólita salida al mar entre acantilados (The Heads). Las vistas desde cualquier punto de la ciudad son espectaculares. Nos enteramos que en  esta ciudad se concentró el equipo de fútbol francés para el mundial del 2010. Si, desde aquí se pusieron en huelga los franchutes.
Este sitio es también famoso por sus ostras. Pero como no es la temporada (junio, julio) no quedamos del todo satisfechos con la degustación.

Nos quedamos en el Paradise Guesthouse Knysna, desde aquí contemplabamos sin cansarnos, la laguna y la entrada al mar. La patrona  Shariefa es super simpática, siempre de buen genio y cada día nos consintió con un delicioso y generoso desayuno.

Rodamos por nuestra primera carretera sin asfalto para hacer el treck Diepwalle Elephant Trails. Proponen tres circuitos, escogimos el más complicado (rojo) según la descripción. Esta bien indicado, hay sombra prácticamente todo el camino, se atraviesan un par de ríos, el último con una cuerda, pero sin mayor dificultad. Las vistas durante los 7.5 km no cambian mucho, la caminata se hace monótona a pesar de la belleza del lugar, a veces da la sensación de estar caminando en círculo. Estábamos prácticamente solos en el camino y de repente me asustaban los ruidos ¡ Ay ! ¿y si me come un tigre ?

Si no ruedan en 4×4, los 15 km finales de ruta sin asfalto para llegar al punto de partida, nos desaniman a recomendar este paseo.

Robberg. Una península desde la cual se puede observar lobos marinos, hay tres senderos para descubrirlos, optamos por el circuito intermedio Witsand (6 Km) . Este sendero recorre la mitad de la península, presenta bastante relieve, se comienza caminando con vista a la Bahía de Plattenberg, luego se sube hasta una cumbre y desde este punto se atraviesa la peninsula, en una bajada de arena se llegan a unas  playas que nos dejan boquiabiertos, con bastante oleaje pero nadables para los más temerarios. Se regresa subiendo un acantilado.  Robberg es espectacular y bastante concurrido, cuando llegamos había unos 15 carros delante de nosotros, tuvimos que esperar 45 min para poder entrar al parking. Se demoran en cobrar/pagar la entrada.  Después de nuestra subida a la Table Mountain, este es el treck que más nos ha gustado hasta ahora.

Tsitsikamma. Hicimos nuestro primer camping en un Parque Nacional sudafricano,  Nature Valley Rest Camping.  Reservamos un Hut Forestier. Un chalecito en frente del río con dos camas, sábanas, toallas, nevera, parrilla, microondas y utensilios de cocina, a 50 m se encuentran los baños y la cocina. Todo es muy limpio y organizado. Los únicos desordenados parecen ser los babuinos, quienes presuntamente roban la comida de los humanos. Nosotros solo vimos uno haciendo autostop.

Desde aqui hicimos el sendero Tsitsikamma, recorre 3 km del Otto Trail. Bordeando el río (Groot River), se llega a la playa, luego es posible subir al acantilado usando unas “comodas” y vertiginosas escaleras. De regreso vamos hacia el estuario. Nos descalzamos para cruzar y disfrutamos la caminata en el agua. Michel duda entre retornar al campamento o darse un chapuzón y se a a verificar la temperatura del mar. Está  fría, acabamos de pasar el equinoccio de otoño.  Regresamos al campamento y Michel feliz, pues preparó su primer Braai (BBQ) en Sudáfrica.

Este sitio es muy tranquilo y luminoso, el acantilado, la playa inmensa, el estuario, la montaña, todo junto.  Es de verdad un Valle de Reposo.

Storms River. Junto a Robberg creo que es el sitio más turístico ( o instagramable) de la Garden Route,  por sus impresionantes puentes colgantes en la desembocadura del río Storms. Esta vez llegamos más temprano para no esperar en la entrada del parque.  El parking es pequeño, tuvimos suerte y nos dejaron estacionar en los puestos reservados. El campamento se encuentra frente al mar y se pueden hacer varios senderos. El más frecuentado es la caminata que lleva al puente colgante de 77 m. Toma menos de una hora ida y vuelta (aprox. 3 km).

Además hicimos el Waterfall hike, este treck con vista al mar, bordea la montaña, pasando por una cueva y termina en una bella cascada, son solo 6 km. Se cuenta rapidito, pero el último kilómetro vale una hora en el gimnasio, saltando y haciendo equilibrio entre las rocas con un par pasajes difíciles (peligrosos) al menos para mi. Es una caminata muy hermosa pero exigente. Quede molida.

Así terminaron nuestras aventuras en la Garden Route. De vuelta a la carretera, vamos contemplando el atardecer en dirección de Port Elizabeth.

Otros datos

• En cada caminata se debe pagar un derecho de admisión para conservación del Parque Nacional (Daily Conservation Fees). Nosotros compramos la Wild Card, la cual nos permite entrar ilimitadamente a los Parques Nacionales.
•  En el Parque Nacional todo está regulado, los funcionarios son muy atentos, los senderos están bien señalizados y son en general bastante seguros, hay cadenas, cuerdas, escaleras o bases en cemento en la mayoría de los pasajes difíciles. 
•  Tuvimos más cortes de electricidad que los señalados en la app de cortes eléctricos (loadshedding).
•  Los paisajes son hermosísimos y muy diversos, la Ruta Jardín tiene bien merecido su nombre, es un paraíso para disfrutar de la naturaleza.