Los Viajes de Sara y Michel

Cabo Verde es un archipiélago africano formado por diez islas. Se dividen en seis islas de Barlovento:  Santo Antão, São Vicente, Santa Luzia (inhabitada), São Nicolau, Sal y  Boavista y cuatro islas de Sotavento:  Brava, Fogo, Santiago (la capital) y Maio.

Visitamos seis islas en 44 días. Tres islas barloventeñas en 23 días: São Vicente, (9), Santo Antão (9), São Nicolau (5). Tres islas sotaventeñas en  21 días: Santiago (11), Brava (4) y Fogo (6).

Cabo Verde había estado en nuestra lista de destinos deseados desde hace tiempo. Aprovechando una oferta de TAP de fin de año para viajar a Praia (Santiago). Me activé para realizar las formalidades.

Cuando decidimos visitar un país, lo segundo que revisamos es qué tipo de visado necesitamos, la mayoría de las veces el pasaporte francés de Michel pasa por todos lados mientras que el mío suele necesitar algún trámite adicional.

Para Cabo Verde, los franceses pueden ingresar graciosamente 30 días, los venezolanos necesitamos solicitar visa. En este caso ambos solicitamos visado para poder pasar 44 días el archipiélago. Hicimos las gestiones en el sitio en línea del consulado de Cabo Verde en Lisboa (pagamos 44,40 € por cada uno).

Adicionalmente, es obligatorio para todos los viajeros  completar el formulario EASE (Entry Airport Security Easy) cinco días antes del viaje. El día cinco antes del viaje, cuando procedimos a completar el EASE, era demasiado tarde. Habíamos leído mal, era hasta cinco días antes. Me sentí como una estudiante que no había comprendido el enunciado del examen. Un poco frustrados completamos el formulario (pagamos 30,83 € por cada uno). El sistema nos generó la planilla con un mensaje de fuera de tiempo. Íbamos un poco inquietos por este suceso.

Volamos con TAP, desde el aeropuerto de Orly (París) con escala en Lisboa. La conexión era tarde en la noche. Para llegar hasta el avión tomamos un autobús y al llegar a la pista, había un alboroto. Los pasajeros de un vuelo a la isla de Sal, se habían instalado en el avión hacia Praia. ¿Quién se habría equivocado ? Alguien en la cadena de mando se confundió de isla.

Casi a medianoche en la mitad de la pista, esperamos un rato mientras los otros pasajeros desembarcaron, algunos volvieron a subir por sus efectos personales.

Aterrizamos en el aeropuerto internacional Nelson Mandela de Praia en la madrugada. Para pasar la inmigración hay dos colas: la primera con un sistema de lectura automática de pasaporte, para las personas que han realizado todos los trámites exigidos en línea. y la segunda, una tradicional atendida por los agentes de frontera. Intentamos la automática, Michel pasó después del segundo intento. En cambio, yo me quedé bloqueada y tuve que hacer la otra cola. Al llegar mi turno, la funcionaria me indicó que mi visa no era válida.  El diálogo fue estéril. Resignada compré una nueva visa de 30 días (pagué 22,67 €).   

Mientras tanto, Michel tuvo suficiente tiempo para recoger las maletas, colocarlas en un carrito y comprar una carta SIM para su celular. Caminamos hasta la zona de taxis, esperando que nos vinieran a buscar del hotel. Esperamos un rato y no apareció nadie. Llamamos y Fabio vino a recogernos unos minutos después. Nos habíamos equivocado con la fecha de la reservación. Viajamos el día N y aunque llegues el día N+1, la reservación se debe hacer en el día N y no en el día N+1 (si llegas antes de la hora del registro). Afortunadamente la habitación y nuestro anfitrión estaban disponibles.

Estábamos muy cansados, hacía mucho calor, nos acostamos con el ventilador encendido. Dormí de maravillas, dormí como en casa de mis abuelos en Margarita, con esos viejos ventiladores giratorios.

Descubrimos Praia en la mañana caminando desde nuestro aparthotel hasta el Plateau, el centro histórico. Allí visitamos el consulado de Francia para solicitar consejo sobre nuestra situación.   Nos recomendaron dirigirmos a la Direção de Estrangeiros e Fronteiras. A una distancia de 3 km aproximadamente, la cual decidimos recorrer a pie, en esa caminata sentimos literalmente el sol a flor de piel. Nos resguardamos en una bodeguita, fue como parar en un oasis, nos tomamos un litro de agua y continuamos nuestro camino.

Al llegar a la oficina, no me dejaron entrar porque estaba en short. Obediente me quedé afuera esperando, un rato después veo a una chica entrar en short y además rotos. Le pregunté a la recepcionista a que se debía la discriminación. Me dijo:  —Es que ella es una jovencita y Ud … — .  Uhmmmm, bueno después de un breve debate me dejo pasar.

Esperamos nuestro turno algo más de una hora. Nos atendió un funcionario muy bien parecido,  elegante y profesional. Se sorprendió mucho de lo ocurrido, pues al revisar en el sistema, nuestras visas eran válidas, nos aconsejó escribir al Director para solventar nuestra situación. Diligentemente hicimos lo propio el mismo día. Normalmente tendríamos una respuesta en 15 días hábiles.

Continuamos con nuestro periplo y nos fuimos a recorrer tres islas de Barlovento: São Vicente, Santo Antão y São Nicolau. Regresamos a Praia antes de que se cumplieran mis 30 días de visa. Sin respuesta a nuestro e-mail, me atavié con mi larga falda en wax y regresamos a la Direção de Estrangeiros e Fronteiras, en taxi.

El diligente funcionario volvió a revisar nuestros datos en el sistema de inmigración y nuestra situación era regular.  Nos dijo confiado: —No creo que tengan problemas para salir del país —. Nos dejó sus datos de contacto y se despidió muy cordialmente.  

Continuamos nuestro periplo en Sotavento, embarcamos hacia Brava y Fogo. Regresamos a Santiago para disfrutar de las playas en Tarrafal antes de regresar al gélido París.

Durante los últimos días en Santiago, la historia del visado me tenía bastante cabezona. El día del regreso, nos fuimos temprano al aeropuerto. Hicimos el check-in y nos sentamos a revisar todos nuestros papeles. Michel estaba seguro de que no tendríamos problemas. Yo me encomendé a Dios para pasar la inmigración. Pasamos simultáneamente cada uno con una funcionaria diferente. Revisaron nuestras visas, preguntaron a un superior y nos estamparon el sello de salida en el pasaporte. ¡Qué alivio !

En el Duty free con los escudos que nos quedaban compramos las gorras con la bandera y la divisa del país: No Stress.

CONCLUSIONES

Sobre el visado:

• Nosotros seguimos el procedimiento correcto para el visado. Tuve mala suerte con la funcionaria a la llegada. Quizás Michel nunca se hubiese enterado que había un problema con su visado. ¿Fue un malentendido ?
• Una gran cantidad de pasajeros de nuestro vuelo, no había completado el EASE. Lo hicieron on arrival. Es decir, ni siquiera habían leído el enunciado.

Sobre los conexiones aéreas y marítimas:

Para recorrer las seis islas, tomamos tres vuelos con Cabo Verde Airlines

• Vuelo Praia- Sao Vicente. retrasado de 10 horas sin aviso previo.
• Vuelo Sao Nicolás – Praia:  retraso 1 hora.
• Vuelo  Fogo – Praia: on time.

y cinco ferris con CV interilhas:

• Mindelo (São Vicente)  – Santo Antão, ida y vuelta,
• Mindelo (São Vicente) – São Nicolau,
• Praia (Santiago) – Brava y
• Brava – Fogo.

A excepción del ferry Mindelo (São Vicente) – São Nicolau, todas las travesías fueron puntuales. Todos los boletos los compramos online, en https://www.cvinterilhas.cv/, sitio nuevo en construcción, no muy amigable aún. 

Las flotas de ambas compañías son pequeñas, cuando alguna de las naves sufre alguna avería, se suspenden o se reducen las conexiones. No es sencillo movilizarse entre las islas. Nosotros no tuvimos contratiempos mayores.

Sobre lo que mas nos gusto de Cabo Verde:

• Su clima, salvo en las alturas de Brava y Fogo, la temperatura siempre rondó los 30°C.
• La amabilidad de los habitantes. Primero las personas que trabajan en hostelería son amables más allá de la obligación del servicio. Segundo, los habitantes en general están muy abiertos al encuentro de los visitantes, como las personas que cruzamos en los diversos caminos de Santo Antao o como el grupo de amigos petanqueros que nos adoptó en Mindelo. ¡Gracias a todos !
• Los paisajes únicos y variados, en especial los de Santo Antão, São Nicolau y el gran Fogo, nuestro favorito. 

No se preocupen por lo que sucederá mañana, pues mañana tendrán tiempo para hacerlo. Ya tienen suficiente con los problemas de hoy.

Mateo 6:34 NBV