Cerdeña a la carta

Nos fuimos a Cerdeña en un vuelo ida/vuelta de Volotea Orly/Olbia. Tuvimos un muy buen viaje: puntual,  personal de tierra y tripulantes, amables y profesionales. 

Nos quedamos dos semanas: siete días en el Golfo de Orosei, cinco días en Porto Torres y dos noches en Olbia. El último día exploramos la Costa Esmeralda. Es decir, visitamos principalmente el norte.

Regresamos insatisfechos. Quince días es poco tiempo para recorrer tranquilamente la segunda isla más grande del Mediterráneo. Cerdeña ofrece montañas escarpadas, costas de granito rosa, playas de arena blanca, aguas turquesas, ciudades encantadoras y una fascinante historia.  Lamentamos no hablar italiano para poder comunicarnos mejor, el intercambio en inglés es triste, no por el nivel de la lengua de los interlocutores, sino por todo lo que nos perdemos de la agradable lengua italiana.

En un viaje a Italia es obligado hablar de gastronomía. Siempre tratamos de alquilar alojamientos con cocina, alrededor de 90% de nuestras comidas son hechas en casa (incluye picnics). En nuestras maletas no falta ni la mostaza de dijon, ni la harina pan. Nos encanta ir a los mercados, comprar los productos locales y prepararlos en modo fusión y/o experimentar nuevas recetas.

En Cerdeña, algunos de los productos estrellas son: 

  • El queso pecorino, con su denominación AOP, entero o rallado es una delicia.
  • El pan carasau, es una especie de galleta super fina y crocante, generalmente se disfruta como aperitivo.
  • Las pastas típicas. Los Malloreddus, en forma de mini ñoquis y los Culurgiones,  ravioles XXL rellenos de papas, queso y menta.
  • La charcutería: coppa, pancetta, jamón y chorizo. Me encanta como hacen las rebanadas delicadamente finitas.
  • El Aspide Spritz, el aperol local con un sabor más amargo y cítrico. 

Todo esto se encuentra muy fácilmente en los mercados, los mas grandes disponen de exquisitos stands de comidas preparadas. Nosotros compramos antipastos y salsas para acompañar las suculentas pastas frescas. También nos llevamos una buena muestra de la lista precedente, para celebrar en familia.

Por las tardes, no opusimos resistencia ni a los gelatos, ni a los postrecitos acompañados con capuccino.  En las panaderías conseguimos dulces a base de almendras, pistachos y confites de naranja para reponer fuerzas durante nuestras caminatas.

En Orosei, Sa Conzola Ristorante Pizzeria, nos sorprendió con sus pizzas, de las mejores que hemos probado. En Olbia cenamos en  dos restaurantes, quedamos muy decepcionados por el servicio, la calidad y sobre todo por sus precios excesivos.

Entre las experiencias gastronómicas obligadas de Cerdeña, se encuentran las visitas de degustación a las Bodegas de Gallura y las comidas en los establecimientos de agroturismo, no tuvimos la ocasión de incluirlas en nuestro planning.

Antes de regresar, desayunamos en el aeropuerto, croissants de pistacho. Estaban buenísimos, tan buenos que Michel regresó a comprar más, cuando llegó su turno para pedir, ya se habían terminado.

Más razones para volver.

Una respuesta a “Cerdeña a la carta”

  1. Que hermosas experiencias nos relatas!! Realmente dan ganas de irse de una!! Gracias por compartirlo!!

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