Los Viajes de Sara y Michel

En la mayoría de nuestros viajes usamos la guía de Lonely Planet en francés. La guía de Cerdeña divide la isla en seis regiones, una de ellas es Alguero y el Noroeste. La cual decidimos visitar por la cantidad y variedad de sitios atractivos y su cercanía relativa al aeropuerto de Olbia.

Nos establecimos en Porto Torres (5 noches), equidistante de los diferentes puntos de interés. Aquí les dejo una corta descripción de los sitios visitados dia a dia.

DIA 1

Un día lluvioso. Recorrimos Porto Torres a pie, fuimos hasta el puerto desde donde zarpan ferries hacia Barcelona, Génova, Marsella y otros destinos franceses. Intentamos visitar el museo arqueológico, pero estaba cerrado por mal tiempo, caminamos hasta el puente romano y Michel lo fotografió de lejos pues se encontraba en trabajos. Finalmente logramos visitar la Basílica de San Gavino.

DIA 2

La Cueva de Neptuno. Aparentemente es un sitio espectacular, según dicen a visitar una vez en la vida, hay dos formas de acceso, una en barco y la otra bajando (y subiendo) por unas escaleras de 654 peldaños. Nosotros nos fuimos tempranito, antes de que actualizaran  las informaciones diarias en el sitio web. No pudimos visitarlas, estaban cerradas porque había mucho viento. 

Aprovechando que ya estábamos bien estacionados hicimos la caminata hacia el fantástico mirador de Capo Caccia, es bien empinada, pasamos al borde del acantilado.  Las vistas son de pájaro. No es una ruta trivial, está poco señalizada y mantenida a pesar del gentío que la recorre, pero sin duda merece la pena con buenos zapatos y pantalones largos para evitar los rasguños.

En la vía hacia Alguero nos detuvimos en el Complejo Nuraghe Palmerave, un sitio increíble que muestra la compleja organización de la enigmática Cultura Nurágica (1700 a.C.). Uno de los paneles explicativos, muestra un plano del recinto,  varias torres interconectadas construidas con rocas perfectamente alineadas para crear unas cúpulas asombrosas. Me maravillo al tratar de imaginar cómo diseñaron y levantaron estos sofisticados y pesados edificios hace unos cuarenta siglos.

Alghero es una bella ciudad amurallada, la cual estuvo bajo el dominio español durante casi cuatro siglos (XIV – XVIII). Es conocida como la Barceloneta sarda y aún se habla catalán. Hoy en día es un atractivo destino turístico, con su puerto full de yates,  su magnífico y bien conservado centro histórico y su largo y animado balneario. Visitamos sus iglesias (Catedral de Santa María e Iglesia de San Francisco), recorrimos sus murallas,  calles y degustamos un delicioso gelato. Efectivamente se da un aire al barrio gótico de Barcelona.  El ventarrón no nos animó a quedarnos hasta la puesta de sol.

DIA 3

Salimos hacia Casterlsardo, esperando que la lluvia amainara a nuestra llegada. La carretera bordea la costa y justo en una curva, entre nubes divisamos en lo alto de una colina: Castelsardo. 

Fue fundada por los genoveses, luego conocida como Castel Aragonés durante el dominio español. Michel no se cansó de fotografiar sus históricas y resbaladizas calles, que pateamos de arriba a abajo, bajo una ligera garúa.  La visita del Castillo en sí nos decepcionó. En las salas muestran una colección de cestas, encerradas en cajas de vidrio, una presentación poco favorecedora y sin mayor interés (para nosotros). Lo mejor definitivamente fue recorrer sus magníficos caminos de ronda.

Seguimos hasta Sassari, nos estacionamos cerca de la estación de tren y anduvimos por unas calles  descachalandradas hacia el este, hasta la Fontana del Rosello, el símbolo de la ciudad.

Luego caminamos hasta la magnífica Piazza Italia, rodeada de suntuosos Palazzos,  por aquí nos detuvimos para merendar. Seguidamente fuimos a visitar la Catedral de San Nicolás, su extraordinaria fachada barroca nos deslumbró. Sassari es la segunda ciudad de Cerdeña, su visita nos permitió apreciar los contrastes citadinos y un ritmo de la vida más cotidiano .

DIA 4

El tiempo en el norte estuvo nublado, ventoso y algo mojado. Así que esperamos el día más favorable para visitar  Playa La Pelosa, según los conocedores, una de las playas más bonitas de Cerdeña. Nuestras primeras informaciones nos indicaban que debíamos reservar y pagar en línea para poder ingresar a la playa. De hecho se recomienda descargar la aplicación móvil. Hay 800 cupos diarios, adicionalmente es obligatorio el uso de una esterilla de paja para poder echarse en la arena. 

Luca, nuestro anfitrión nos explicó que ir a La Pelosa es gratuito, solo hay que reservar si desea pasar el día en la esterilla. 

El día soleado llegó. Antes de lanzarnos al agua, dimos un paseo hasta el Capo Falcone. Allí quedamos embelesados con las vistas del asombroso golfo dell’Asinara y de la Pelosa.

Regresamos a la playa, dejamos nuestras cosas en unas piedras y nadamos en esa maravilla de agua. Tengo que decirlo, fue casi como nadar en el Caribe. La verdad, el sitio es espectacular, la arena es blanquita, las aguas turquesas y al fondo se divisa un torreón catalán o genovés, que sin querer completa un panorama de ensueño. Había un gentío. En temporada alta, no debe caber un alma.

De otros lugares recomendados en la guía también nos quedamos con las ganas de visitar el Parque Nacional de Asinara. Es bueno dejar motivos para volver a Cerdeña.