Llegamos a Cerdeña a principios de octubre, lo cual corresponde al final de la temporada de verano. Apenas aterrizamos en Olbia nos quitamos dos capas de ropa, en la víspera ya habíamos dormido con calefacción en París.
Aquí les cuento nuestras cuatro caminatas en el este de Cerdeña, para tratar de darles una idea de esta enorme Isla que no nos tiene indiferentes.
Sitio Arqueológico Tiscali
Los nuragas habitaron Cerdeña en la edad de bronce, XVIII siglos antes de Jesús. Fue una civilización que dejó numerosas huellas arquitectónicas megalíticas, los monumentales nuragas, especies de torres-fortalezas. Tiscali es un pueblo neurálgico descubierto en el interior de una dolina en el macizo del Supramonte.

El sitio es realmente impresionante, uno diría que es una aldea construida bajo una cúpula natural a cielo abierto. Entonces, la dolina (palabra nueva para mi) es eso, una especie de domo natural abierto. En la entrada (5 euros) nos entregaron un folleto explicativo con una foto aérea.

La caminata es retadora, bellos paisajes y suelos variados, está bastante bien señalizada, aunque nos perdimos un poco de regreso. Teníamos tiempo sin caminar con tanto desnivel en un terreno tan accidentado. Quedamos molidos. Distancia 9 km. Desnivel 473 m.
El Oasis de Biderosa:
El Oasis de Biderosa es una reserva natural. De mayo a octubre, cobran 15 euros por el parking y un euro por persona para ingresar. Nosotros nos estacionamos afuera e hicimos una agradable y tranquila caminata en el bosque de pinos y encinas, rodeamos un lago y subimos al mirador desde el cual se divisan las cinco playas de arena blanca. Al borde del mar, me sentía en la península de Macanao.

Las playas son bellísimas y salvajes, es cierto que los colores dan un aire caribeño y hasta palmeras hay. Para regresar al carro, Anna, una chica austriaca nos ayudó a cruzar el canal Stagno di Sa Curcurica en paddle así no tuvimos que volver por la misma vía. Distancia 8.5 km. Desnivel 184 m.

Gola su Gorropu
Gola su Gorropu es el cañón más profundo de Cerdeña (500 m.s.n.m). Se formó por la erosión del río Flumineddu. Hay tres opciones para llegar a la entrada del Gorropu, dependiendo del gusto del visitante: i) 4 km desde el Hotel Silana con 700 m de bajada, ii) 6 km a lo largo del río, con desnivel de 300 m y iii) jeep hasta un punto intermedio y 2.8 km a pie prácticamente planos.
Pensando en la espalda de Michel, en mis cervicales y en nuestras rodillas optamos por la vía del Flumineddu.

En la entrada del cañón, se encuentra una garita en la cual se paga el derecho de ingreso (6 euros). Los guías explican cómo realizar la visita y en especial los tres tramos del camino. El primero señalizado con puntos verdes para orientar el sendero, el más sencillo, pero no fácil. El segundo tramo, marcado con un solo punto amarillo, requiere un poco más de creatividad. El último tramo también señalado con un único punto rojo, recomendado solo para escaladores y expertos.
Después de nuestra experiencia con los Dedos de Mono en Marruecos, esta experiencia no nos pareció tan difícil, pero sí es una caminata bastante exigente y física. En total fueron unos 16 km ida/vuelta con 600 m de desnivel.

Recomendaciones: llegar temprano para estar en los primeros grupos de ingreso al cañon. Luego hay muchísima gente.
Monte Nurres
El panel informativo del área naturalistica del Monte Nurres, enumera jabalíes, zorros y aves rapaces como la fauna propia del lugar.

Ya al inicio del circuito, nos encontramos numerosos cartuchos en el suelo. Sospechamos de una zona de caza. Llegamos hasta el mirador Rocca Su Titione y a partir de allí caminamos sobre una larga cresta panorámica, en la cual notamos muchos rastros de jabalíes.

Seguidamente llegamos a la intersección para subir a la cumbre del monte Nurres. Michel se quería adelantar para hacerme fotos. Me opuse, no se que tan amigable sean los jabalíes sardos. La subida final es bastante ruda y complicada, finalmente, dejé a Michel continuar solo los últimos 30 m. El problema para mi no es subir, me dan vértigo las bajadas. Arriba, el panorama es increíble, vista de 360 grados, se ve toda la costa oriental, la isla Tavolara a lo lejos, del otro lado los campos y Torpé, el pueblo desde donde salimos.

Sin encuentros cercanos con la fauna local, regresamos por un amplio camino forestal. Este sendero, menos turístico que los anteriores, nos encantó a pesar de su poco mantenimiento y señalización. Distancia 8 km. Desnivel 480 m.
Estos cuatro paseos fueron realizados recorriendo la SS125, la ruta 66 de Cerdeña. Es una carretera nacional con muchas curvas, hay bastantes ciclistas y motorizados, la limitación de velocidad va desde 30 a 90 km/h. Las vistas son espectaculares y la circulación a veces requiere algo más de paciencia.
Fue una delicia nadar en las aguas sabrosas del Golfo de Orosei. Pasamos una semana apacible, descubriendo unos paisajes hermosos, entre costas paradisíacas y montañas escarpadas.
Retomamos la ruta para continuar nuestras aventuras al noroeste de la isla.

Replica a Cerdeña a la carta – Los Viajes de Sara y Michel Cancelar la respuesta