
Viernes 8 de diciembre. La garúa que dejamos en Horta, se transformó en chaparrón. El ferry es una batidora, unos niños viajan muertos de la risa, una señora nos pregunta si ya tenemos alojamiento reservado y conversa a gusto con Michel en francés. Mi maleta salió rodando hasta donde pudo y yo trato de no moverme mucho. Gracias a Dios, la travesía es corta.
En Madalena, recogemos nuestro carro de alquiler, nos han upgradeado, rodamos en un Dacia Sendero, mucho más cómodo que los Fiat que hemos tenido antes. Me encanta, con la pantalla de ángulos muertos, start & stop y más. Quiero uno igual.
Llueve, de camino a nuestra morada, se ven montones de piedras que parecen ruinas de casas. Nada que ver, en realidad son las Viñas de la Isla de Pico, un paisaje catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Son laberintos de piedra que en longitud pueden dar la vuelta al Ecuador dos veces.
Sabíamos de antemano que la casa que hemos alquilado no tendría Wifi, pero al llegar nos dimos cuenta que estábamos dentro de una jaula de Faraday, construida en piedra volcánica. El café vecino, Paris Pico se convirtió en nuestro espacio coworking y terreno de petanca.
Nuestro objetivo, subir a la cumbre de Pico, la montaña más alta de Portugal (2.351 m). Queremos disfrutar de las magníficas vistas desde el tope y experimentar la sensación de caminar dentro de la caldera. Es una caminata difícil, 8 km que requieren en promedio 7 horas, 3 para subir y 4 para bajar. El desnivel es de unos 1100 metros.
Monitoreando a diario los estados del tiempo y el sitio de la Casa da Montanha, determinamos el mejor día para la hazaña. Se puede conocer online el número de plazas disponibles diarias. Durante este mes la demanda ha sido prácticamente nula. La entrada vale 15 € o 25 € si se desea subir hasta el curioso Piquinho, un piquito dentro del cráter. El costo incluye un GPS con un botón de emergencia en caso de necesitar rescate.



Sábado 9 de diciembre. En la mañana, visita al Museo del Vino, excelente exposición que cuenta la historia vinícola de la Isla y de su posición estratégica. Era la última licorería antes de cruzar el Atlántico. En la tarde, una buena caminata (Vinhas da Criação Velha) disfrutando del paisaje de los laberintos de piedra, las viñas hibernantes y sus molinos colorados.



Domingo 10 de diciembre: Nos fuimos hasta Lajes do Pico, el primer asentamiento de la isla, en el siglo XIX era un importante centro de caza de ballenas. El museo de los balleneros es muy instructivo. Si van no se pierdan el impresionante documental, que muestra las últimas cacerías en los años setenta.



Lunes 11 de diciembre. Por una carretera bastante accidentada con llovizna y mucha neblina llegamos a la Casa da Montanha a la hora de apertura. El funcionario, nos recomienda volver al día siguiente, cuando se espera mayor visibilidad pero con posibilidades de nieve. Si nieva es obligatorio llevar crampones, yo nunca los he usado, en mi cabeza me imagino caminando en tacones sobre la nieve.
Posponemos la excursión. Vamos a recorrer el norte de la isla pasando por la Lagoa do Capitão, San Roque do Pico y Santa Luzia. Antes de llegar a Cachorro, apenas salimos del carro, una simpática señora nos convida. Isilda nos ofrece bebidas, galletas y mandarinas. Conversamos un poco, nos muestra cómo reconstruyó la casa de sus padres y cómo aprendió español en California. Pura buena vibra. Ella le pregunta a Google por la meteo para el día siguiente. Nos anuncia un día soleado.



Martes 12 de diciembre. Nos volvemos a despertar motivados, llamamos a la Casa da Montanha, — It ‘s raining and very windy, not the best day to climb. Es frustrante, sobre todo para Michel.
Para una excursión se deben considerar cinco aspectos principales: motivación, buena condición física, conocimiento del itinerario, condiciones meteorológicas favorables y equipo adaptado. En esta oportunidad nos hicieron falta las dos últimas. No es el día, también sabemos que nuestra indumentaria no está adaptada para afrontar el riesgo de una nevada.
Como Isilda nos había anunciado, es un día soleado en la costa. Como plan B, decidimos hacer una variante del sendero Punta de la Isla (PR05 PIC). Una hermosa y divertida caminata, bordeando la costa de lava, en la cual, cada uno debe escoger cuidadosamente su camino para seguir las marcas de señalización. Un recorrido bastante exigente, algo peligroso, terminé bien cansada, me pregunté si hubiese podido llegar hasta la otra punta.



Miércoles 13 de Diciembre. En el ferry rumbo a la Isla de San Jorge, Pico se despide entre las nubes.
¡Hasta la próxima, Pico !

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